Lo que el viento se llevó: Adiós a J. G. Ballard
El niño protagonista de El imperio del sol (1987) de Spielberg, en su huida de la guerra y de la vida acomodaba que vivía en Shangai, pasaba delante de un cartel que anunciaba el exitoso filme de, entre otros muchos directores, Victor Fleming, Lo que el viento se llevó. Cruel símbolo de todo cuanto perdía ese muchacho.
La historia de aquella película se basada en la autobiografía de un escritor, que, en sus nada complacientes páginas, recordaba su niñez, y que, incluso (en un sentido probablemente más propio del director) llegaba, en el final, a “ver” a Dios en el hongo atómico.
El niño protagonista, hecho hombre en la dureza de la guerra, era J. G. Ballard (interpretaba, incluso, un pequeño papel en el filme), un escritor alucinado, interesante y original, de difícil catalogación (y a veces de compleja lectura), aunque lo normal es que se le suele englobar en el género de la ciencia ficción.
Ahora nos ha llegado la noticia de su muerte. Él también ha sido arrastrado por el viento imparable del tiempo.
Recordemos, para, o desde el cine, el mundo apocalíptico en el que basó su relato de Crash, escrito en 1975, realizado por alguien mucho más acorde con sus mundos duros y atormentados, que los presentados por Spielberg. Fue el canadiense David Cronemberg quién la realizó en 1996. Una recreación hecha imagen a medias entre los personales mundos del cineasta y del escritor.
Es difícil recrear el mundo visionario de Ballard. Probablemente por ello han sido escalas sus novelas adaptadas el cine. Ahora otro “alucinado” realizador anuncia que dirigirá una novela de Ballard, Rascacielos, escrita en 1975. La dibujará en imágenes (¿casualidad?) otro canadiense, Vicenzo Natali quien hace unos años, en 1997, dirigiese Cube, un filme que posee una cierta atmósfera ballariana. Esperemos que haga la película y pueda así rendir un meritorio y mecido tributo a un escritor tan “raro” y original como fue J. G. Ballard
Adolfo Bellido
Organizada por el CCCB, Barcelona, 2008.
Comisariada por Jordi Costa
Pocas novelas de Ballard se han llevado el cine. Es díficil dar vida en imágenes a sus mundos complejos. El Crash de Cronenberg no es el mejor espejo en el que se refleje la escritura de Ballard. Menos con Spielberg... En fin, el escritor se ha marchado sin ver ascender su "rascacielos". Ni siquiera se sabe (con la crisis por medio) si al fin se hará.
ResponderEliminarQuinlan