Primeros compases de la XXX Edición Mostra de València
PATRIMONIO NACIONAL O ALGO ASÍ
Escriben Gloria Benito, Ángel Vallejo y Adolfo Bellido
Acaba de comenzar la XXX edición de la Mostra de Valencia. Los medios, por primera vez desde hace años, parecen apoyarla. Hablan, la mayoría, de la vuelta a la mediterraneidad. Ciertas publicaciones (¿interesadamente?) valoran muy positivamente, incluso con calificaciones para indicar su valor, las doce películas de la sección oficial, incluso, en algunos lugares, se habla de los dignos ciclos de este año.
¿Cuál ha sido el milagro que ha llevado a este cambio de opinión respecto a otras ediciones? ¿Qué hace posible que la prensa de acá que en años anteriores había ignorado su celebración (como desgraciadamente suele ignorar también Cinema Jove), presente artículos amplios o largas entrevistas con los responsables? ¿Acaso el nuevo director, Salomón Castiel, es el mago que ha consensuado el apoyo?
Dejemos claro algunos puntos sobre toda esta apresurada querencia admirativa por la Mostra.
Cuando llegó, sin tiempo, es verdad, para cambiar nada (fue hace unos cinco meses cuando firmó como director), el nuevo director dijo que aquí no se traería a los profesionales a golpe de talonario y que se seguiría apostando por la mediterraneidad (ambas cosas están muy bien), añadiendo que un festival necesita de actores y de alfombra roja para poder ser tal pues de no ser así, por muy buena programación que se presente, no dejaría de ser más que un buen cineclub (afirmaciones no ya tan dignas de aplauso).
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