Mr. Arkadín comenta (sep. III)
Qué mundo el del cine…
Escribe Mister Arkadín
Las semejanzas entre Allen con Bergman y Hitchcock
Al terminar la anterior entrega de esta serie preguntábamos qué películas de Woody Allen bebían sus fuentes en Fresas salvajes y La ventana indiscreta respectivamente.
No es raro que de forma repetitiva Allen vuelva su mirada hacia el cine de Ingmar Bergman. Es sin duda uno de los directores que influyeron claramente en su obra, probablemente desde el análisis de las relaciones humanas, de las batallas entre las parejas o desde la búsqueda incansable del propio destino. La danza final de la muerte de El séptimo sello había aparecido, con un tono paródico, en una de las primeras películas del director neoyorkino. Mientras que títulos como Interiores, Maridos y mujeres, La comedia sexual de una noche de verano (con guiño incluido al título de una de las comedias del maestro sueco), Otra mujer… Pero será en Desmontando a Harry donde siga, casi paso a paso, el camino del protagonista de Fresas salvajes hacia su doctorado. Un itinerario externo que en realidad no es más que un viaje interior hacia el encuentro del protagonista consigo mismo.
En Desmontando a Harry también podemos descubrir huellas de otro de los directores amados por Allen y que, de una forma u otra, ha aparecido en alguna de sus películas. Se trata de Federico Fellini cuyo 8 ½ se encuentra en los trazos de Recuerdos e incluso en Celebrity.
La presencia de Alfred Hitchcock también se encuentra en la estructura de algunas de sus películas (Delitos y faltas sería un Hitch pasado por Begman o al revés) pero en una de ellas claramente rinde tributo a una de las obras, La ventana indiscreta (en cuanto a historia general pues esa películas es mucho más que un filme de suspense policiaco, al plantearse como una reflexión de alguien frente a su vida y a su presencia como un artista creando su obra). Se trata de Misterioso asesinato en Maniatan.
La ventana indiscreta, basada en un relato corto de William Irish, pseudónimo de Cornell Woolrich), ha servido de punto de partida (mejor la película que la novela) a varios títulos que toman el filme como centro o de forma puntual. De hecho un filme reciente como Disturbia fue objeto de un proceso judicial por considerar que era una copia (insisto en lo puramente anecdótico) de la película de Hitch. En Falso testigo, una de las primeras películas de Curtis Hanson, director aclamado luego por Los Angeles confidencial, también se mira por aquella ventana. Como también ocurre Doble cuerpo de De Palma (y en más de este director, uno de los más hitchconianos que ha dado la historia del cine. Y eso que abundan —hasta Almodóvar lo es—) o de manera fugaz, entre otros muchas películas, se siente esa presencia en Two lovers de Gray o en el último Allen (Conocerás al hombre de tus sueños)
Y es que don Alfredo es mucho don Alfredo. Y aunque tanto se le haya imitado, es también inimitable.
Nuestra querida revista Encadenados ya está vivita y coleando en la red
De momento vivitos y coleando volvemos a dar guerra en nuestra web, o sea en http://www.encadenados.org/nou/. Desde casi mediados de septiembre. Nueve meses, como es normal en los partos, han sido necesarios para dar a luz a un nuevo niño listo, universal, avanzado, progresista, crítico. Esperamos que crezca sano y robusto durante años.
El que la revista vuelva a salir quitará un cierto protagonismo a nuestro blog. La razón es clara, el blog tomaba prestado todo aquello que la revista hubiera asumido en caso de no estar inactiva. O sea las criticas, los festivales, los estudios de directores, las memorias de Amarcord… Eso y más dice ahora adiós al blog, agradeciendo le haya podido albergar todo ello en sus páginas. Menos mal que existía este blog que nació en marzo de 2009.
Nuestra web nació mucho antes, nada menos que en 1998. Una de las más antiguas webs, sin duda, sobre cine. Muy primitiva como se puede observar si buscamos en la revista, y en la sección ”Retorno al pasado”, los primeros números que subimos a la red. Echando una ojeada a todos nuestros números, al paso de ser una revista trimestral o de una salida aún más distante, al momento actual en el que incorporamos artículos en forma diaria, podemos tener una pequeña idea de la evolución de las publicaciones de la red.
El blog, este blog de encadenados, va a respirar un mucho al quitarle trabajo a su hermano o hermana mayor. Muchas de las cosas que aquí se publicaron en los meses pasados volverán a su hábitat natural a su sitio en el (o la) renovado(a) http://www.encadenados.org/nou/.
Allí y aquí os esperamos.
¿Origen de Origen?
“Me desperté en ropa interior a mi hora habitual y, por la fuerza de la costumbre, me volví hacía el lado derecho dispuesto a adoptar la posición de las cucarachas con Penélope, entonces descubrí que, como tantas otras veces, ella aún no había vuelto de algún cometido nocturno. Desperté del despertar y, con mayor circunspección, tomé conciencia de que yacía en la cama de un pariente blanco fallecido cuyo rostro barbudo, encuadrado en un barroco muro victoriano, me miraba con ceño desde encima de la chimenea de mármol. Por último para mi satisfacción, desperté una tercera vez con Hannah hecha un ovillo entre mis brazos, lo que me permitió informarle, indiferente a la Ley de Secretos Oficiales de que participaba en una misión clandestina para llevar la democracia al Congo, razón por la cual no la había telefoneado…”.
Pero en ese tercer momento el narrador sigue soñando.
Tales sueños de sueños aparecen en el inicio del capítulo 6 de la anteúltima novela de John Le Carré, La canción de los misioneros. ¿Leería Nolan esta novela?
De todas maneras los sueños de sueños se suceden sin saber qué es el despertar. Si cada despertar es realidad o es otro suyo más. Algo que ya nos dijo Calderón en La vida es sueño. Aunque luego venga Nolan sacando pecho (no es para menos antes y después de tanto empacho batmaniano) ante tanta originalidad (sin sentido) como despliega a lo largo y ancho de su último batí burrillo elevado, por algunos críticos avezados, a la categoría de gran genialidad. Pues nada a por la próxima…
Avatar a la cabeza
Cameron pasó, dice, no sé cuantos años realizando (escondido, escondido para sorpresa del género humano) esa genialidad de genialidades que dicen es Avatar. No hay para tanto claro. La historia una mezcla de Bailando con lobos y La princesa Mononoke bien condimentada con sal procedente de Pocahontas o King Kong sin olvidar La guerra de las galaxias y una infinidad de títulos.
El que se había convertido en el amo del mundo con Titanic, que por cierto no es la mejor película sobre ese tema (recordemos entre otras El hundimiento del Titanic, 1953, de Jean Negulesco y La última noche del Titanic, 1958, de Roy Ward Baker), quería convertirse ahora en el rey del universo entero. Para eso logró además que el sistema 3D diera su do de pecho (sobre este sistema tantas veces iniciado y, hasta ahora, siempre finiquitado). Realmente su juego con el sistema no era tan complejo porque su filme no estaba tan lejos de los anteriores de animación. Y es que Avatar juega demasiado con la animación y los efectos especiales.
Después del éxito, gran éxito del filme, proclamó que seguiría montado en su especial nave especial para lanzar una trilogía sobre el mundo de Pandora. Probablemente el antes y el después. A no ser que se le aparezca George Luckas para descubrirle que él tuvo ya ese sueño antes e incluso lo multiplicó por tres, o sea tres partes de tres filmes cada una.
Ahora ha ido más lejos. Como el filme se estrenó en diciembre y ya ha salido en DVD se da una segunda vuelta de tuerca. Se repone, con solo nueve meses de diferencia, Avatar, pero, que quede claro, no es una reposición es un ESTRENO ABSOLUTO porque se trata de una versión de esas que se llaman extendidas. O sea, que se añaden esas escenas que en un DVD aparecen en los extras como escenas eliminadas… Dentro de otros mesecitos puede volver a salir con más escenas añadidas y así hasta… el infinito.
Al parecer en EE.UU. la primera semana de estreno la película batió, en el ranking de las mas taquilleras, a todas las otras que se habían estrenado. Pero a la siguiente el filme cayó en picado. Y es que si con la avaricia pasa lo que pasa, no digamos con el morro.
¿Qué se repite en las tres películas preseleccionadas por España para los Oscar 2010?
No es raro que de forma repetitiva Allen vuelva su mirada hacia el cine de Ingmar Bergman. Es sin duda uno de los directores que influyeron claramente en su obra, probablemente desde el análisis de las relaciones humanas, de las batallas entre las parejas o desde la búsqueda incansable del propio destino. La danza final de la muerte de El séptimo sello había aparecido, con un tono paródico, en una de las primeras películas del director neoyorkino. Mientras que títulos como Interiores, Maridos y mujeres, La comedia sexual de una noche de verano (con guiño incluido al título de una de las comedias del maestro sueco), Otra mujer… Pero será en Desmontando a Harry donde siga, casi paso a paso, el camino del protagonista de Fresas salvajes hacia su doctorado. Un itinerario externo que en realidad no es más que un viaje interior hacia el encuentro del protagonista consigo mismo.
En Desmontando a Harry también podemos descubrir huellas de otro de los directores amados por Allen y que, de una forma u otra, ha aparecido en alguna de sus películas. Se trata de Federico Fellini cuyo 8 ½ se encuentra en los trazos de Recuerdos e incluso en Celebrity.
La presencia de Alfred Hitchcock también se encuentra en la estructura de algunas de sus películas (Delitos y faltas sería un Hitch pasado por Begman o al revés) pero en una de ellas claramente rinde tributo a una de las obras, La ventana indiscreta (en cuanto a historia general pues esa películas es mucho más que un filme de suspense policiaco, al plantearse como una reflexión de alguien frente a su vida y a su presencia como un artista creando su obra). Se trata de Misterioso asesinato en Maniatan.
La ventana indiscreta, basada en un relato corto de William Irish, pseudónimo de Cornell Woolrich), ha servido de punto de partida (mejor la película que la novela) a varios títulos que toman el filme como centro o de forma puntual. De hecho un filme reciente como Disturbia fue objeto de un proceso judicial por considerar que era una copia (insisto en lo puramente anecdótico) de la película de Hitch. En Falso testigo, una de las primeras películas de Curtis Hanson, director aclamado luego por Los Angeles confidencial, también se mira por aquella ventana. Como también ocurre Doble cuerpo de De Palma (y en más de este director, uno de los más hitchconianos que ha dado la historia del cine. Y eso que abundan —hasta Almodóvar lo es—) o de manera fugaz, entre otros muchas películas, se siente esa presencia en Two lovers de Gray o en el último Allen (Conocerás al hombre de tus sueños)
Y es que don Alfredo es mucho don Alfredo. Y aunque tanto se le haya imitado, es también inimitable.
Nuestra querida revista Encadenados ya está vivita y coleando en la red
De momento vivitos y coleando volvemos a dar guerra en nuestra web, o sea en http://www.encadenados.org/nou/. Desde casi mediados de septiembre. Nueve meses, como es normal en los partos, han sido necesarios para dar a luz a un nuevo niño listo, universal, avanzado, progresista, crítico. Esperamos que crezca sano y robusto durante años.
El que la revista vuelva a salir quitará un cierto protagonismo a nuestro blog. La razón es clara, el blog tomaba prestado todo aquello que la revista hubiera asumido en caso de no estar inactiva. O sea las criticas, los festivales, los estudios de directores, las memorias de Amarcord… Eso y más dice ahora adiós al blog, agradeciendo le haya podido albergar todo ello en sus páginas. Menos mal que existía este blog que nació en marzo de 2009.
Nuestra web nació mucho antes, nada menos que en 1998. Una de las más antiguas webs, sin duda, sobre cine. Muy primitiva como se puede observar si buscamos en la revista, y en la sección ”Retorno al pasado”, los primeros números que subimos a la red. Echando una ojeada a todos nuestros números, al paso de ser una revista trimestral o de una salida aún más distante, al momento actual en el que incorporamos artículos en forma diaria, podemos tener una pequeña idea de la evolución de las publicaciones de la red.
El blog, este blog de encadenados, va a respirar un mucho al quitarle trabajo a su hermano o hermana mayor. Muchas de las cosas que aquí se publicaron en los meses pasados volverán a su hábitat natural a su sitio en el (o la) renovado(a) http://www.encadenados.org/nou/.
Allí y aquí os esperamos.
¿Origen de Origen?
“Me desperté en ropa interior a mi hora habitual y, por la fuerza de la costumbre, me volví hacía el lado derecho dispuesto a adoptar la posición de las cucarachas con Penélope, entonces descubrí que, como tantas otras veces, ella aún no había vuelto de algún cometido nocturno. Desperté del despertar y, con mayor circunspección, tomé conciencia de que yacía en la cama de un pariente blanco fallecido cuyo rostro barbudo, encuadrado en un barroco muro victoriano, me miraba con ceño desde encima de la chimenea de mármol. Por último para mi satisfacción, desperté una tercera vez con Hannah hecha un ovillo entre mis brazos, lo que me permitió informarle, indiferente a la Ley de Secretos Oficiales de que participaba en una misión clandestina para llevar la democracia al Congo, razón por la cual no la había telefoneado…”.
Pero en ese tercer momento el narrador sigue soñando.
Tales sueños de sueños aparecen en el inicio del capítulo 6 de la anteúltima novela de John Le Carré, La canción de los misioneros. ¿Leería Nolan esta novela?
De todas maneras los sueños de sueños se suceden sin saber qué es el despertar. Si cada despertar es realidad o es otro suyo más. Algo que ya nos dijo Calderón en La vida es sueño. Aunque luego venga Nolan sacando pecho (no es para menos antes y después de tanto empacho batmaniano) ante tanta originalidad (sin sentido) como despliega a lo largo y ancho de su último batí burrillo elevado, por algunos críticos avezados, a la categoría de gran genialidad. Pues nada a por la próxima…
Avatar a la cabeza
Cameron pasó, dice, no sé cuantos años realizando (escondido, escondido para sorpresa del género humano) esa genialidad de genialidades que dicen es Avatar. No hay para tanto claro. La historia una mezcla de Bailando con lobos y La princesa Mononoke bien condimentada con sal procedente de Pocahontas o King Kong sin olvidar La guerra de las galaxias y una infinidad de títulos.
El que se había convertido en el amo del mundo con Titanic, que por cierto no es la mejor película sobre ese tema (recordemos entre otras El hundimiento del Titanic, 1953, de Jean Negulesco y La última noche del Titanic, 1958, de Roy Ward Baker), quería convertirse ahora en el rey del universo entero. Para eso logró además que el sistema 3D diera su do de pecho (sobre este sistema tantas veces iniciado y, hasta ahora, siempre finiquitado). Realmente su juego con el sistema no era tan complejo porque su filme no estaba tan lejos de los anteriores de animación. Y es que Avatar juega demasiado con la animación y los efectos especiales.
Después del éxito, gran éxito del filme, proclamó que seguiría montado en su especial nave especial para lanzar una trilogía sobre el mundo de Pandora. Probablemente el antes y el después. A no ser que se le aparezca George Luckas para descubrirle que él tuvo ya ese sueño antes e incluso lo multiplicó por tres, o sea tres partes de tres filmes cada una.
Ahora ha ido más lejos. Como el filme se estrenó en diciembre y ya ha salido en DVD se da una segunda vuelta de tuerca. Se repone, con solo nueve meses de diferencia, Avatar, pero, que quede claro, no es una reposición es un ESTRENO ABSOLUTO porque se trata de una versión de esas que se llaman extendidas. O sea, que se añaden esas escenas que en un DVD aparecen en los extras como escenas eliminadas… Dentro de otros mesecitos puede volver a salir con más escenas añadidas y así hasta… el infinito.
Al parecer en EE.UU. la primera semana de estreno la película batió, en el ranking de las mas taquilleras, a todas las otras que se habían estrenado. Pero a la siguiente el filme cayó en picado. Y es que si con la avaricia pasa lo que pasa, no digamos con el morro.
¿Qué se repite en las tres películas preseleccionadas por España para los Oscar 2010?
Naturalmente Luis Tosar, que actúa en las tres películas. Se trata de Celda 211 de Daniel Monzón, Lope de Andrucha Waddington y También la lluvia de Isabel Coixet. La preselección de la película de Monzón, ante los numerosos premios obtenidos (incluidos Goya) estaba cantada, la del director brasileño casi diría que también. Resultaría muy culto eso de enviar un filme (tan poco culto) como Lope a los Oscar. Le gustaría también a los distribuidores y exhibidores que como se sabe son poco dados a lecturas pero les suena bien una cosa así de aventura, de falsa, de tópica y de televisiva como es este filme.
Luis Tosar, como otros actores —caso de Juan Diego—, están de pena en Lope con unos trajes de guardarropía barata que asusta. O unos extras con tal pinta de marroquíes (la película se rodó en Marruecos) o de emigrantes hispanos que “canta”. ¿O quizá sean brasileños traídos de aquellas tierras por el director? Para remate, las dos bellas actrices hasta aparecen feas. Todo Lope suena a un piloto de serie televisiva en la línea de Águila roja.
Como es habitual los académicos del cine español siempre preseleccionan en tercer lugar, para dar emoción, un filme que nadie ha visto. Normalmente, tal honor correspondía a algún nuevo título de Garci. Pero como en esta ocasión no había realizado ninguno, se pensó en Icíar Bollaín y su También la lluvia, donde historia y cine se funden. Para no contravenir las normas de la Academia se ha procedido a estrenar esta película en algún lugar de España y mantenerlo en cartel una semana. La ciudad agraciada fue Salamanca. Sólo allí saben en realidad cuál es el valor de tal lluvia.
Además con esta terna la Academia demuestra (bueno sus integrantes) que es muy democrática. Fíjense que su presidente no ha sido preseleccionado por su Balada triste de trompeta, que tanto éxito (además de premio) tuvo en el pasado Festival de Venecia. No, nadie puede decir nada. Tampoco por el hecho de que Icíar Bollaín sea la vicepresidente de la Academia y que su película no hubiera sido estrenada. Purita casualidad.
Entre críticos, o algo parecido, anda el juego
Carlos Boyero tiene un estilo personal de escribir (él mismo se encarga de decir que no hace crítica, confesión que es muy de agradecer) sobre cine en los festivales y fuera de ellos. Ataca a los que les gusta lo que él detesta. Su voz es potente. Manda a la hoguera a sus oponentes, y sube al cielo a los directores que le hacen pasar un buen rato. Faltaba más que el cine fuera otra cosa que eso: diversión.
De todas formas Boyero es una persona instruida. Le gusta leer, escuchar música. Además lo suyo es querer ser una especie de dandi.
No quedan lejos sus trifulcas en algunos certámenes por sus posturas acomodaticias respecto a la forma de juzgar las películas. Algo que viene de lejos. Cuando vio en Cannes hace años El sol del membrillo, de Erice, destapó la caja de Pandora contra el español errante. La profesión crítica se sulfura y clama contra él y contra el jefe de cultura del periódico que le acoge con buen sueldo. Ambos tránsfugas del periódico opositor.
Uno y otro desde hace unos años, en honor de las nuevas tecnologías, han tenido la ocurrencia de colgar en su periódico digital unos vídeos chapuceros donde aquel pregunta y Boyero contesta en una chachara impagable, que no hace más que trasladar (o al revés) lo que aparece en el periódico del día.
Bueno, pues al estilo de Boyero, y a los vídeos-charla sobre lugares de la ciudad en la que transcurre el festival correspondiente, ha salido un fuerte competidor. Y concretamente en el periódico contrario, el que hasta hace unos años era el lugar donde ellos escribían. Un mismo estilo de crónica, pero con un carácter algo más culto, aunque con cierto cariz de pedantería. Eso sí, allí no atacan a nadie por moderno, tonto u otras cualidades. Se escribe de lo proyectado con una suficiencia que, por momentos, aterra, mientras que en otros divierte por su tono “culturizante” en su mezcla de citas y de referencias. Tal personaje se llama Luis Enrique. Y para parecerse, o distanciarse, más de su rival también acomete unos vídeos donde mezcla el análisis con la frivolidad. Por ejemplo, lo mismo se puede hablar de lo visto, que de los pocos saraos que este año ha habido en San Sebastián.
Además estos vídeos suponen un dialogo a dos. Mejor hechos que los de su oponente, pero también elementalitos. Allí el crítico y el otro enviado del periódico, Darío Prieto, hablan con escasa o nula naturalidad sobre cine, fiestas o paseos… Todo es válido.
¿Quién moverá la siguiente pieza? ¿Cuál tendrá una nueva idea interesante que ofrecernos? Seguiremos a la escucha.
¿Cuál es la semejanza de los Coen con…?
El próximo Rashomon de nuestra revista Encadenados estará dedicado al estudio de la obra de los hermanos Coen. Pasamos de Berlanga, pues, a estos hermanos que, como quien se toma una cerveza, pasan de una gran obra a una película discutible o mala.
Comenzaran con Sangre fácil, de la que Carlos Aguilar dice en su guía de vídeo y cine (Editorial Cátedra. Tercera edición) que es uno de los títulos más “inútiles, tediosos e irritantes de nuestros tiempos”. Crítico incomprensiblemente reputado. Una definición casi como salida de Boyero, pero es que el (por otra parte interesante) libro de Aguilar es como es. Incluso hasta, en su lógica aridez, resulta divertido.
Luego sus películas van de allá para acá, unas mejores y otras menos buenas. Hasta se permitieron decir que O Brothers se basaba en La Odisea. Peores cosas se han dicho. Entre sus deslices se encuentra el remake impresentable de la excelente El quinteto de la muerte del gran Mackendrick.
Si en esa ocasión se cruzaron con el director norteamericano pero que casi realizó todo su cine (poco en realidad) en Inglaterra, en otra se han cruzado con Hathaway. ¿Saben de que forma y modo? Es muy fácil. De todas maneras, como siempre, la solución la encontrarán en la próxima entrega.
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