CREPÚSCULO... de mozalbetes

NO había visto Crepúsculo en cines. Ahora, aprovechando su salida en DVD, he logrado verla completa... lo que no es poco, visto su nivel.

Podría cuestionar el porqué de su éxito (aunque viendo que los chupa palomitas son los que llenan los patios de butacas, ya lo tengo claro), podría cuestionar su deficiente guión (¿por qué la familia de los "malos" no existe hasta el duelo final?), podría cuestionar por qué se respetan unas normas del cine de vampiros y otras se las pasan por el arco de triunfo (la luz del día), pero lo que resulta difícil obviar es que en realidad es un peldaño más en ese continuo empeño del cine comercial norteamericano por pasarlo todo por la misma túrmix: sus imágenes frías (¿alguien dijo Sweeney Todd?), sus maquillajes exageradamente teatrales (perdón, ¿Sweeney Todd quizás?), su trama abiertamente cursi (el Romeo y Julieta de Luhrmann es un prodigio de madurez a su lado), los innecesarios videoclips narrativos (que, efectivamente, aportan bonitas imágenes, pero poca información añadida al espectador), podría...

No, mejor me quedo con Jóvenes ocultos, aquella apología gay del vampiro adolescente urdida por un director de cuyo nombre no quiero acordarme, pero que antes de afeminar a Batman y Robin (acentuando si era preciso los pezones de sus trajes de látex) todavía sabía dónde colocar la cámara.

Mal está el cine fantástico cuando tenemos que encumbrar mediocridades como aquélla, pese a Julia Roberts y Kiefer Sutherland.