`Bête humaine´ (3/3): cámera-Stylo

`Textos y manifiestos en el cine´, en Ed. Cátedra
Alexandre Astruc :
Nacimiento de una nueva vanguardia:
la «Cámera-stylo»

En Textos y Manifiestos del cine
Cátedra, 1989



Cualquier pensamiento,al igual que cualquier sentimiento,es una relación entre un ser humano y otro ser humano,o determinados objetos que forman parte de su universo. Al explicitar estas relaciones, y trazar su huella tangible, el cine puede convertirse realmente en el lugar de expresión de un pensamiento(p. 223).

La puesta en escena ya no es un medio de ilustrar o presentar una escena, sino una auténtica escritura. El autor escribe con su cámara de la misma manera
que el escritor escribe con una estilográfica
(p. 224).


un tipo tiznado de hollín.
silbido
gesto de beber
indicar con el dedo
mirar los paneles
accionar una palanca
chorro de vapor
silbido del tren
entrada en túnel
encender un cigarro
buscar señales en las vías
preparar el cambio de vías


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El arranque de la locomotora, su consecución de velocidad y el orgullo del maquinista respecto a la labor que realiza, Renoir lo expresa vivamente a través de la concatenación de planos de Jacques asomándose para comprobar la circulación, la locomotora respirando vapor, el indicador de velocidad ascendiendo, el girar de las ruedas cada vez más rápido... Incluso la perfecta coordinación en su trabajo, queda patente en la sincronización con que Jacques, abriendo la compuerta de la caldera, y Pecqueux, echando paladas de carbón, ejercen su labor. Entre ellos la comunicación se realiza sin palabras. Y es que, al margen de que el ruido ensordecedor de la locomotora no permite la comunicación verbal, a ellos les basta un gesto para hacerse entender.

Jacques y Pecqueux, así como Renoir los retrata realizando su trabajo como maquinista y fogonero, son la encarnación de la teoría de Astruc de la «caméra-stylo». Subidos en la cabina de la locomotora, vemos a Jacques, a los mandos, supervisando los paneles de nivel. Se fija en uno y, ante el retumbar del tren, silba con potencia a Pecqueux. Con un simple gesto, le hace saber que la máquina precisa de agua. El fogonero, continuando con la complicidad gestual que hay entre los dos, asiente que ha comprendido y activa la palanca adecuada. La comunicación sin palabras ente Jacques y Pecqueux continua hasta que hacen llegar el tren a la estación de Le Havre, como vemos al pasar ante un cartel anunciador. Y, a pesar de haber prescindido del lenguaje verbal, tanto ellos como el propio Renoir, consiguen transmitir sus pensamientos y sentimientos.


Comentarios

  1. Renoir es uno de los mejores directores del cine. Ese filme es inmenso como también son La gran ilusión, La regla del juego, La carroza del oro, Esta tierra es mía (King tiene otra con el mismo título), El cabo atrapado, Toni, Bajos fondos...

    Un cine perdido (su narrativa, su esética, también su ética) para siempre

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