Ana se adentra en la liminalidad.

Escribe Eva Mas

Lectura antropológica de El espíritu de la colmena.


A Adolfo y
Pep Kike


El espíritu de la colmenaEn los minutos finales de El espíritu de la colmena de Erice, a Teresa no le tranquiliza demasiado el diagnóstico del médico sobre su hija Ana. Ésta última, tras pasar la noche al raso, descansa ya en casa. Según el doctor, no hay motivo para inquietarse más de lo necesario por su estado de shock. Es normal que haya enmudecido porque aún "está bajo los efectos de una impresión muy fuerte", afirma el especialista. Pero, a pesar de todo por lo que ha pasado, Ana sigue siendo una niña. Una niña que aún «está viva», remarca con insistencia el doctor, muy viva.

En el texto que sigue proponemos una lectura de la película de Erice desde la perspectiva antropológica. Desde este análisis del discurso, planteamos la repercusión social que tiene una diferente actitud gnoseológica, en un periodo concreto de la Historia de España (1). Dicha diferencia de actitud es la que provoca el distanciamiento de Ana respecto a su hermana Isabel (y al resto de niños) y, como contrapartida, también es la causa de su acercamiento (por semejanza) a su padre Fernando. De esta forma indirecta, Erice no sólo nos da la descripción de un personaje unamuniano, que vive distanciado del resto de vecinos. Sino que también, a través del proceso de cambio que experimenta Ana, nos da una explicación del por qué de su marginación respecto a la vida popular.

El espíritu de la colmena

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Comentarios

  1. Excelente artículo para una gran película. Carne auténtica de vuestra web...que parece resistirse a salir

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