Ha muerto Dennis Hopper
Dennis Hopper (1936-2010)
Tras el éxito de Easy rider, en los 70, Hopper luchaba contra su adicción a las drogas y el fracaso de sus filmes como director (The last movie, Out of blue) que le obligaban a trabajar como actor en multitud de películas. Pero en sus peores momentos el personaje, el actor, se imponía y agigantaba en la pantalla. Su interpretación del periodista en Apocalypse now (1979) o el Tom Ripley que dibujó para el filme de Wenders, El amigo americano, son la muestra evidente de su talento.
Recuperado de sus adicciones a partir de los 80, y gracias al perverso personaje que interpretó a las ordenes de David Lynch en Terciopelo azul, Hopper vivió un segundo periodo de éxito gracias a una serie de personajes secundarios donde daba vida a malvados seres que pululaban en diversos thrillers. Volvió a ponerse tras la cámara, dirigiendo un puñado de películas (Colours, The hot spot, Chasers, Homeless) que ya no tuvieron ni el interés ni el riesgo de sus primeros trabajos. En cualquier caso Hooper, cuando tenía una oportunidad, siempre destacaba aunque apenas tuviera unos minutos para ello. En Amor a quemarropa, donde interpretaba al padre del protagonista, nos hacía disfrutar en una pequeña escena (con Christopher Walken) que se convierte en el ejemplo perfecto de su capacidad para conseguir esa magia que de vez en cuando son capaces de trasmitir los mejores actores.
Adscrito durante años a la leyenda negra que le auguraba una muerte en extrañas circunstancias como todo el reparto que intervino en Rebelde sin causa (James Dean, Natalie Wood o Sal Mineo), al final, ha sido un cáncer el que ha terminado de situarlo en la constelación de estrellas artísticas de una clase de hacer y entender el cine que va muriendo al mismo tiempo que lo hacen sus protagonistas.
Comentarios
Publicar un comentario