Se reestrena la trilogía Tres Colores de Kieslowski en cines

trilogía de Krzysztof Kieslowski Tres Colores

La distribuidora Wanda estrenará el 11 de marzo en las salas de cine la trilogía de Krzysztof Kieslowski Tres Colores (1993-1994). Treinta y tres años después de que Azul ganara el León de Oro en el Festival de Venecia se podrá volver a disfrutar en pantalla grande, teniendo en cuanta además que hay una generación que la puede ver por primera en vez en cine.

Un sinfín de pequeñas historias sustenta y ornamenta la arquitectura de estos Tres colores. Todo a la sombra de una bandera tricolor tan repleta de significados que sólo un perfil de la talla de Kieslowski podía armar una trilogía tan compleja y convertirse en una obra maestra.

Mientras dirigía Blanco el cineasta se encargaba del montaje de Azul y de escribir el guión de Rojo. De este modo el entramado de puentes que conectan los tres trabajos como si fuesen un mismo sistema nervioso va más allá de lo que vemos en pantalla. Kieslowski impregnó cada una de las películas del proceso de confección de las otras dos.

Liberté: El azul. Julie (Juliette Binoche) pierde a su familia en un accidente de coche. De un brusco desgarro, la mujer de uno de los compositores más importantes de la actualidad se encuentra sola, sin ataduras y, por lo tanto, libre. Kieslowski  reflexiona sobre el precio que tenemos que pagar para lograr una meta tan ansiada por el ser humano como es la libertad.

Azul
Azul
Égalité: El blanco. “Esta es una historia sobre la negación de la igualdad. El concepto de igualdad sugiere que todos somos iguales. Sin embargo, yo creo que esto no es cierto. Nadie quiere ser el igual de su próximo. Cada uno quiere ser más igual”. Kieslowski, con sus propias palabras, resume el espíritu de la historia de un inmigrante polaco que no logra retener el sueño de la Europa occidental (esto es, de su mujer francesa) y debe volver a su país de origen. Allí, en una Varsovia que se asoma al capitalismo salvaje, deberá buscar nuevas vías de conseguir su objetivo de abrazar el capitalismo occidental, donde la igualdad es un concepto tan popular como cuestionable.

Blanco
Blanco
Fraternité: El rojo. Valentine, el juez Kern y Auguste son tres extraños que van a cruzar sus caminos aunque aún no lo sepan. La ciudad de Ginebra se abre como un entramado de relaciones donde la fraternidad puede mover montañas (Valentine y el juez) o agarrotarse en la garganta como un trago amargo (el novio celoso de la protagonista). Kieslowski sitúa la acción en un país como Suiza, donde diferentes comunidades culturales y religiosas conviven con relativa placidez, y dota al color rojo del calor del amor y de la vida.

Rojo
Rojo

Tras su paso por los cines Cameo sacará a la venta en primavera una edición especial aniversario.

Fuente: nota de prensa Wanda

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