El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares de Tim Burton

Entre la luz y la oscuridad

La película es la historia de una búsqueda, la de Jake, un adolescente americano inadaptado que adora a su abuelo, el cual desde siempre le ha contado historias increíbles sobre su vida que el niño creía reales. Cuando el anciano muere en extrañas circunstancias deposita en su nieto el encargo de averiguar el misterio que ha rodeado su existencia desde su estancia en el orfanato de Miss Peregrine -el hogar de un grupo de niños muy peculiares en una recóndita isla británica- hasta la actualidad. 
 

Tim Burton recupera algo del encanto perdido en sus últimas películas con esta adaptación de la novela homónima de Ransom Riggs, creando un maravilloso cuento de hadas moderno con toques de thriller y reminiscencias de los clásicos del género. El director se identifica con el universo fantástico del escritor y lo transforma en imágenes de una impecable factura visual creando atmósferas envolventes con personajes y situaciones acordes con su imaginario personal.
 

La historia sin ser totalmente original es convincente y atractiva,  la puesta en escena espectacular, los personajes curiosos y la trama sinuosa. Cautivadora durante la primera parte, adolece de cierta desidia narrativa en su tramo intermedio donde parece perder intensidad y ritmo, estancada como sus propios personajes en un bucle argumental, que recupera brío en el tramo final. 
 

Sin alcanzar el magnetismo y autenticidad natural de sus grandes obras (Eduardo Manostijeras, Ed Woods, Sleepy Hollow, Pesadilla antes de Navidad, Big Fish…), El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares conserva el espíritu seductor e idiosincrasia reversible (luz-oscuridad, bien-mal, ternura-frialdad) de aquéllas, componiendo una película entretenida, a ratos mágica (como la magnífica pelea entre los muñecos diabólicos) diseñada para todos los públicos, que conjuga con pericia misterio, humor, fantasía y acción.     
 

Escribe Purilia